Los atentados terroristas del 11-S
, retransmitidos por televisión en todo el mundo, con imágenes tomadas y reproducidas en infinidad de ocasiones, inauguraron una nueva era de teorías de la conspiración que pervive 20 años después, gracias a la irrupción de las redes sociales. Tras los atentados, cualquier ciudadano con acceso a internet se convertiría en un experto, capaz de poner en duda conclusiones oficiales irrefutables. Es cierto que en 2001 internet estaba en la prehistoria. No había ni Facebook, ni Twitter, ni Youtube. Pero no hicieron falta. Una masa recelosa se lanzó a todo tipo de foros, entonces aún muy rudimentarios, a compartir dudas sobre los ataques: sobre las explosiones en las torres, sobre la ausencia de vídeos del choque… Ver Más
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