Su mejor amigo desde la infancia llamó a la policía en 2017 para advertir que Espen era un peligro y que podía haber en riesgo vidas humanas. A sus familiares tampoco les tomó completamente por sorpresa que, el pasado miércoles, Espen Andersen Bråthen asesinase a cinco personas elegidas de forma aleatoria, con la ayuda de un arco y unas flechas que había adquirido en una tienda de material deportivo. La caza humana que desplegó en las calles de Kongsberg, Noruega, es la crónica de unos asesinatos anunciados que la administración no supo leer a tiempo y que, todavía ahora, intenta traducir a un discurso de corrección nórdica.
La madre de Espen es danesa y esa es también su nacionalidad, aunque nació… Ver Más