El deterioro del clima democrático en el mundo y las urgencias de la presente crisis debida a la pandemia ha hecho aumentar en Latinoamérica el deseo de gobiernos fuertes, aun a costa de valores nucleares en un sistema de democracia parlamentaria. En una década se ha doblado la tolerancia a que los gobiernos den «golpes» para incrementar su dominio político, rompiendo el conveniente equilibrio que los presidentes de los países deben mantener con el poder legislativo y el judicial.
Así, casi un tercio de la población está hoy de acuerdo con un «autogolpe» civil que refuerce la autoridad y margen de gestión gubernamental, según los resultados de una de las principales encuestas sociopolíticas de la región, el Barómetro Américas de… Ver Más