La crisis deliberadamente manufacturada por el Kremlin en la frontera oriental de Polonia debe entenderse como parte de esa tendencia global que mezcla el resurgir del peor nacionalismo, un preocupante retroceso democrático y un amenazador auge del autoritarismo. Como resultado, el llamado orden internacional liberal, basado en reglas, se encuentra cada vez más cuestionado por regímenes dispuestos a toda clase de horrores y abusos con tal de perpetuarse en el poder. Por mucho que esta agresiva falta de respeto hacia la dignidad humana se camufle de guerra híbrida y revisionismo histórico.
Desde el fraude en las elecciones de agosto de 2020, y la brutal represión contra sus opositores, el régimen bielorruso de Alexander Lukashenko no ha hecho más que alejarse del… Ver Más