La mayor velocidad con que Daniel Ortega ha cortado las libertades en Nicaragua, comparado con el más lento proceso seguido por Hugo Chávez y Nicolás Maduro en Venezuela, ha dado a la parodia de elecciones que tuvo lugar el pasado domingo el carácter de símbolo de la vuelta de una dictadura a Latinoamérica (Cuba, que lleva seis décadas bajo el comunismo, constituye un caso aparte).
Lo ocurrido en Nicaragua acaba por dar contornos más definitivos a lo que hemos ido viendo previamente en Venezuela y permite dar por concluida la ola democratizadora que se extendió por Latinoamérica a comienzos de la década de 1990, tras años de dictaduras, guerrillas y guerras civiles. Justamente en 1990, en Nicaragua terminó el régimen… Ver Más